• Documento oficial del Frente por la Soberanía Nacional

    La soberanía nacional no es una exclusiva cuestión de fronteras, los límites fronterizos son una cuestión temporal, aunque por lo general sean tiempos más largos.

Fecha de Publicación: 23-11-2025

 

La soberanía de los pueblos es una construcción historica, por lo que puede consolidarse o quedar como suspendida durante un tiempo.

La soberanía nacional no es una exclusiva cuestión de fronteras, los límites fronterizos son una cuestión temporal, aunque por lo general sean tiempos más largos.

La soberanía nacional es una cuestión eminentemente ideológica, depende de la idea que se tenga como nación y de como se entiende la autodeterminación.

Si la idea de nuestros próceres no hubiera sido traicionada, el concepto de Patria Grande se hubiera consolidado. San Martín y Bolivar fueron grandes visionarios, que no  representaban los intereses de las oligarquías lugareñas, así se interrumpió esa gloriosa etapa hace no más de 200 años.

Dos siglos son una eternidad en la vida de un individuo, pero no es tanto tiempo en la vida de los pueblos y menos de la Humanidad toda.

Conjugar los tiempos individuales con los colectivos es tarea de revolucionarios, no es fácil, pero tampoco imposible. Esos momentos son los jalones de la historia, las fechas a veces no son necesariamente el día de una victoria, rememoran esfuerzos compartidos.

Eso fue el 20 de Noviembre de 1845, la Vuelta de Obligado fue militarmente una derrota, pero políticamente fue un triunfo, que se cristalizó en una victoria militar seis meses después en Punta Quebracho.

Eran tiempos en que la Nación Argentina no era tal todavía, no había un modelo de producción consolidado, pero fue un gran logro  el dominio soberano del río Paraná. Las tropas y las flotas de Gran Bretaña y Francia debieron rendirse incondicionalmete ante las humildes y heroicas tropas argentinas.

Hoy, a 180 años de la gesta del Gral Lucio Norberto Mansilla, nuevamente una potencia imperial, EEUU pretende apropiarse del río Paraná con la complicidad de un gobierno que se subordina al proyecto neocolonial.

Ha llegado otro momento crucial de la historia y esta vez, el pueblo soberano deberá luchar el doble por la abierta traición no sólo del gobierno nacional, sino también de  gobernadores y congresales nacionales y provinciales.

Para recuperar la soberanía popular  los espacios soberanistas que se agrupan en foros, movimientos, frentes, cabildos deberán unir sus fuerzas para dar vuelta las leyes y decretos que pretenden convalidar legalmente la entrega del río Paraná.

Que el ejemplo de aquellos valientes luchadores nos guie en esta encrucijada patriótica.

                ¡VIVA LA SOBERANÍA DE LOS PUEBLOS!