• Definiciones del FSN en política internacional

    El enemigo Imperial se vuelve aún más feroz y peligroso contra lo que considera su “patio trasero”. Nuestra América constituye su base de operaciones hacia donde se repliega y, además, se apresta a disputar nuestros cada vez más valiosos bienes comunes 

Fecha de Publicación: 02-11-2025

Posición oficial según en segundo congreso nacional realizado en setiembre de 2024

En este primer cuarto de siglo la hegemonía mundial del Imperio Yanqui y sus aliados de la OTAN ya no es la misma que a la salida de la Guerra Fría, por el fuerte surgimiento de otros polos de poder con sus propios desarrollos e ideologías, que viene creciendo, asociándose y disputando las políticas imperiales del otrora “gendarme del mundo”.

El crecimiento industrial y tecnológico de China, el gigante asiático, hacia adentro y afuera es innegable y le viene ganando la guerra comercial mundial al decaído Imperio Yanqui. El liderazgo chino en su planteo de un nuevo mundo Multipolar en transición se viene concretando a partir de su alianza estratégica con Rusia, desde los BRICS ampliados y la división del mundo islámico en su favor. La artillería para demoler la influencia mundial del dólar estadounidense, con los acuerdos para intercambios comerciales en otras monedas, es un disparo en la línea de flotación del Imperialismo.

Ha quedado más que claro que los organismos mundiales, como las Naciones Unidas, el Banco Mundial y el FMI, creados en el siglo pasado después de la Segunda Guerra y mucho más aún tras la caída de la Unión Soviética, han servido exclusivamente a los planes imperiales de los EEUU, Inglaterra, la UE y su gran aliado, el artificial Estado Terrorista de Israel.

En medio de este plan mundial de exterminio de población en el que, para el capitalismo financiero global, sobramos la mitad de los habitantes del planeta, el Imperio tiene sus lacayos en cada uno de los países periféricos. Concreta esas políticas de dominio, esta vez sin invasiones directas ni dictaduras cívico militares, sino por medios electorales, como consecuencia de un gran bombardeo cultural, infiltrando nuestras cabezas con su lógica de control y opresión, a través de la usina mundial de la mentira y el miedo, que significan los grandes Medios y el auge de las redes digitales de Comunicación y desinformación al servicio del poder dominante.

Asimismo, los triunfos electorales de la ultraderecha y la derecha en general también obedecen a las frustraciones derivadas del fracaso del progresismo en la resolución de las necesidades más imperiosas de las masas, tras la oleada neoliberal de finales del siglo XX.

Como consecuencia de esa pérdida de poder global, cada vez más evidente, el enemigo Imperial se vuelve aún más feroz y peligroso contra lo que considera su “patio trasero”. Nuestra América constituye su base de operaciones hacia donde se repliega y, además, se apresta a disputar nuestros cada vez más valiosos bienes comunes contra nuestros pueblos y también contra China. Aún conserva a una Europa subordinada y gran parte del petróleo de Medio Oriente (una de las razones de ser del Estado terrorista de Israel).

Contra el ascenso del fascismo y la derechización del mundo Occidental hay otro mundo que resiste. El freno que Rusia le impuso a la OTAN en su pretendido avance sobre Moscú con la guerra de Ucrania, la resistencia del pueblo palestino ante la masacre del sionismo asesino, la rebelión de países africanos como Burkina Faso, Mali y Níger contra la dominación colonialista francesa, el triunfo electoral de la izquierda marxista en Sri Lanka, la resistencia del heroico pueblo cubano contra 60 años de bloqueo injusto e inhumano, la vigencia de la revolución Bolivariana en Venezuela, la dignidad de los pueblos nicaragüense y hondureño, y el ejemplo de lucha cívica en Colombia, Bolivia y Brasil, son signos de una clara resistencia popular de ese espíritu revolucionario  y antiimperialista histórico que levantamos y destacamos.

Se hace imprescindible entonces, que América Latina y el Caribe empujen al Imperio a una caída mortal de su poder colonial, con Unidad de lucha por nuestra definitiva Independencia, y oponer al “patio trasero” una Patria Grande y Soberana, configurando un nuevo Polo de poder mundial, no para dominar a nadie sino para dejar de ser dominados.

Por último, este FSN condena, repudia y rechaza absolutamente toda política de injerencia directa o indirecta del imperio yanqui-sionista contra cualquier Nación del planeta, la masacre del Estado Terrorista de Israel contra el valiente pueblo palestino, y declaramos nuestro ferviente apoyo al pueblo y gobierno cubano y venezolano que marcan el camino de la dignidad soberana de toda Latinoamérica morena.