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Al gobierno de Milei no le importa la vida de los argentinos en las rutas
Por Fabián Cattanzaro-FSN-CABA-Secretario gremial y Prensa FEPEVINA
Mientras las rutas del país se destruyen, el Gobierno Nacional decide el cierre de Vialidad Nacional, un organismo con 93 años de historia, que ha sido y es esencial para la seguridad vial, la conectividad, el desarrollo productivo, la integración regional y la soberanía territorial.
Al Gobierno Nacional no le importa la vida de los argentinos en las rutas.
El cierre de Vialidad no es una reestructuración, no es una modernización. Es la disolución total, sin ningún plan alternativo, sin ninguna política que garantice el mantenimiento de la red vial nacional que atraviesa nuestro país de norte a sur y de este a oeste.
Hoy las rutas nacionales se encuentran en un estado crítico. De los 42.000 km que posee la Red Vial Nacional (RVN) entre un 65 a 70% se encuentra en estado regular a malo donde la política de obra pública cero acentuó todo el proceso de deterioro que podríamos ubicar que comenzó hace unos 10 años a partir de la falta de inversión por parte de los diferentes gobiernos nacionales, sin perder de perspectiva el ruinoso proceso de concesiones de la década del 90, que durante 30 años tuvo las principales rutas argentinas (3,5,7,8,9,12,14,34, por destacar las mas importantes) y no invirtieron nada (no ampliaron la red vial ni tampoco hicieron las tareas básicas de mantenimiento).
Frente a esta problemática que concierne al conjunto de la población el gobierno nacional responde con el cierre de este organismo estratégico.
La decisión de desmantelar a Vialidad Nacional dejará a miles de trabajadores y trabajadoras en la calle, personal altamente calificado e idóneo para realizar nuestras tareas pero que ha sido desfinanciado por completo llegando a una parálisis virtual del organismo.
Cuando no hay mantenimiento en las rutas, hay más accidentes. Cuando no hay inversión en seguridad vial, se multiplican los siniestros, los muertos y los heridos. Hoy Argentina tiene una tasa de mortalidad de 9,7 cada 100.000 habitantes una cifra que roza lo que la OMS la califica como una epidemia, siendo la primera causa de muertes en jóvenes de 18 a 30 años.
La desaparición de Vialidad no se traduce en ahorro, sino en un gasto mucho mayor: vidas perdidas, regiones aisladas, producción paralizada y economías regionales sin salida.
No es casual: quieren destruir lo público para entregárselo a las grandes empresas privadas, como lo es el nuevo plan de concesiones que lanzo este gobierno y que será mas oneroso al pueblo argentino que el proceso de los 90. Hoy se encuentran concesionados 6500 km de rutas nacionales, bajo el nuevo proceso se ampliará hasta casi 10.000 km de RN que se deberá abonar peaje. Las empresas no deberán realizar obra nueva, se incrementará al doble la cantidad de cabinas de peaje, las concesionarias no deberán pagar canon alguno al Estado Nacional también se le otorgara la explotación de la zona de camino para tener una fuente de financiamiento extra, aunque viole la ley de tránsito, pero sobre todas las cosas sea un factor de inseguridad vial. Asimismo, este proyecto de concesiones no prevé la cuestión ambiental. En aquellos tramos que atraviesan parques nacionales no se prevén obras de pasa fauna o de preservación de la vida silvestre también podemos destacar la falta de cuidado de los humedales y de toda zona que debe ser protegida, pero sin embargo todos pagaremos peajes (tanto directa como indirectamente) para bachear y cortar el pasto algo que lo podría ser el estado, a través de la DNV, a un tercio del valor.
Pero supongamos que avanzan las concesiones. ¿Son 10.000 de 42.000 los rentables, ahora nos preguntamos y los otros 32.000¬?, esos km que no son rentables que va a pasar? La respuesta a sido el desfinanciamiento y los despidos. Como si eso no fuera poco o por si quedaba alguna duda han decidido disolver la DNV.
En un país donde han destruido los ferrocarriles y no tenemos un diseño de transporte multimodal aumenta la importancia de la infraestructura vial, el 95% de la carga circula por RN a eso hay que sumarle el transporte de pasajeros y los usuarios particulares. Gran parte de nuestra vida e intereses circula sobre RN. Estamos en todas las emergencias, sostenemos transitables los pasos internacionales, todos los años realizamos el operativo invernal para liberar la nieve de las RN de toda la Patagonia y de la cordillera, estamos en los aludes del NOA y NEA.
Sólo hay una decisión política: desguazar el Estado, destruir lo construido y tirar por la borda décadas de planificación territorial y social.
Hoy, como ayer, los trabajadores y trabajadoras de Vialidad Nacional somos más necesarios que nunca. Porque sin rutas, no hay soberanía, no hay producción, no hay país. La Argentina no puede permitir este atropello.
Llamamos a toda la sociedad, a todos los sectores productivos, a todas las organizaciones sociales y políticas a alzar la voz, a defender a Vialidad Nacional y a ponerle un freno a este plan de destrucción porque para poder llevar a cabo su plan de desintegración territorial de entrega y saqueo de nuestra soberanía es necesario desintegrar el Estado Nación sino también sus organismos más federales que promueven la unidad, integración e identidad de nuestro territorio.
Cerrar Vialidad Nacional es ataque directo a la vida, al trabajo y al futuro de todas y todos los argentinos. No lo podemos permitir.