• Estamos viviendo en una Dictadura

Por Enrique Lavigne-Buenos Aires-Colaboración

Unas pocas reflexiones al respecto sin ánimo de entablar un debate teórico sino reflejar lo que me parece evidente en un texto escrito.

En todo caso no es una experiencia original de Argentina dado que a mi parecer ya está presente otros países de América Latina y el mundo.

Dicho en otros términos el capitalismo y sus mandantes el capital concentrado financiero y multinacional han decidido que gobernaran el mundo con una dictadura a cara descubierta desmontando el sistema que el mismo contribuyo a montar después de la segunda guerra mundial

En nuestro país, tras el triunfo electoral de la Libertad Avanza que llevo al gobierno a su líder Javier Milei, en el desarrollo de su gobierno de poco más de un año, se ha transformado en una dictadura abierta.

Dictadura del capital concentrado, financiero y ahora incluyendo al narco, dictadura sobre el pueblo sean estos “trabajadores en blanco”, trabajadores “en negro”, cuentapropistas, desempleados, pequeñas y medianas empresas, campesinos, intelectuales.

Ha vulnerado desde su inicio la Constitución Nacional, ha logrado imponer al parlamento Facultades extraordinarias, desde ya con el consenso de diputados y senadores de partidos de la derecha local y ha seguido gobernando por decreto vulnerando la división de poderes como se le dio la gana.

Ha lanzado una campaña violenta contra periodistas y medios de comunicación que le cuestionan su gestión dictatorial, ha entronado en la seguridad a una ministra de larga historia antipopular y con claros deseos de imponer por la fuerza el Orden utilizando no solo a las fuerzas policiales y de gendarmería para ese fin, sino que, violando otros acuerdos políticos alcanzados, ha movilizado a militares para tareas de seguridad en la frontera norte de nuestro país, por ahora.

Ha reprimido las manifestaciones pacíficas de distintos sectores que reclaman por sus derechos violando nuevamente la constitución, y ha detenido y procesado a personas que resisten sus políticas. Una de esas manifestaciones la de Jubilados, protestando por el robo descarado de sus haberes utilizados para pagar deuda y fraguar equilibrios fiscales inexistentes de cara a obtener “auxilio” del FMI USA para continuar aumentando la deuda, ya impagable desde antes de su asunción, usándola como herramienta de sometimiento y entrega del patrimonio nacional.

Para llevar adelante su política de sometimiento dictatorial y de entrega específicamente a EEUU, ha buscado y construido enemigos a los que ataca de modo fascista desde antes de ser electo presidente como Mujeres, LGBT, Trabajadoras y trabajadores estatales, Periodistas, Religiosos, y todo lo que ha englobado en su concepto de “casta” así como a figuras políticas que representan proyectos de país opuestos a sus intereses y de quienes representa.

Ha intentado y volverá a hacerlo, colocar a dedo Jueces manejables en la suprema corte de justicia buscando contar con un respaldo “jurídico” que de imagen de legalidad a su sistemática violación de las leyes y la constitución nacional y acuerdos internacionales que tampoco ha tenido problema en desconocer.

Ahora en el último tramo de sus Poderes Delegados aceleran cambios en el Estado para llegar a octubre con el máximo de modificaciones posibles concretadas. Dando de este modo también respuesta entre otros, a los acuerdos con el FMI referidos a las leyes laborales y sistema previsional, como a sus mandantes locales.

Es reiterado el interés por eliminar del derecho de huelga, buscando poner a quienes los ejerzan en la ilegalidad y habilitando la represión abierta, una de las herramientas que ya utilizan y ampliaran, si logran condiciones más favorables frente a las inevitables acciones de resistencia de los trabajadores.

En mi opinión las elecciones de octubre ya están ganadas a como dé lugar.

Ojalá me equivoque.

En resumen, una serie de rasgos que hacen que hoy estemos viviendo una dictadura cuyo desenlace se producirá cuando las resistencias diversas ya existentes desde el inicio

de este proceso se logren unificar y den las batallas que siempre han requerido los cambios políticos que han jalonado nuestra historia.

Los que ya hemos vivido historias similares, y hemos sobrevivido a la barbarie que sistemáticamente han desatado el capital y sus representantes sobre el pueblo trabajador en argentina, sabemos por experiencia que esto no termina sin una respuesta popular muy fuerte que más tarde o más temprano llegará.

Las dictaduras no son invencibles, pero los costos a pagar son muy altos muchas veces, como nos lo recuerda muy bien el aniversario de la derrota del nazismo alemán, que se recordó el pasado 9 de mayo cuando el ejército nazi se rendía ante el ejército rojo en Berlín en 1945.