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A pesar de todo, la memoria hace justicia
Los musiqueros amigos nos animan a cantar, a buscar en la memoria aquella que sabíamos todos y nos emociona que ellos también la sepan y que la ofrezcan como contagiando esperanzas.
Por Marta Suarez-FSN-Rosario-12/5/2025
En marzo de 1975, desde el gobierno constitucional de Isabel Perón se ordena el Operativo Serpiente Roja del Paraná. Se anuncia como respuesta a focos subversivos en ese margen del rio, entre Villa y Puerto San Martín. Pero la avanzada de represión tiene como principales objetivos el disciplinar al movimiento obrero y poder así avanzar en el proceso de concentración de las empresas siderúrgicas, diseminadas en esa zona desde los años 50s. Y necesitaban reconvertirse, fusionarse, concentrarse. Es de resaltar que el presidente del Directorio de Acindar, era José Alfredo Martínez de Hoz.
A partir del 20 de marzo de ese año son detenidos alrededor de 300 obreros de Acindar y decenas de asesinados, detenidos-desaparecidos y presos políticos.
La causa ventila los casos de 67 víctimas. Y acusa a 24 efectivos de gendarmería nacional, policía federal y policía provincial (de Buenos Aires y Santa Fe).
A la causa Villazo, como todas las causas de lesa humanidad conseguidas, llegamos con el perseverante amor de familiares y compañeros de quienes hoy nos faltan, que no bajaron los brazos y renunciaron a propuestas de perdón y reconciliación.
Con la valentía de los sobrevivientes que declaran una y otra vez los horrores vividos. A pesar de lo que significa revivir los días de sangre, dolor y muerte que soportaron.
Fue juntos que llegamos hasta aquí. Cada uno desde su lugar, sumó su voluntad y su memoria para armar el rompecabezas de nuestra historia reciente. Conectando datos y fechas. Lugares y viajes. Nombres gritados en la desesperación de un traslado. Sobrenombres. Gestos. El mapa que trazaron quienes eran dueños de la vida y la muerte en esos años oscuros, fue poco a poco reconstruido con la esperanza que a tanta barbarie se le opusiera justicia.
Llegar hasta aquí, a estos tramos finales de la causa, fue un largo camino de lucha de muchos sectores, organismos y organizaciones que mantienen la Memoria, la Verdad y la Justicia como faro.
La ciudad amaneció sin bondis por el paro de choferes y mostró otro paisaje. El bulevar también cambió el aspecto señorial, cuando en su cruce con Rioja se corta el tránsito que pretende seguir al sur.
Llegaron puntuales los compañeros de Villa. Familiares, querellantes, compañeros, jóvenes trabajadores de hoy que acompañan el pedido de justicia. Cada puño levantaba una pancarta con los rostros de los que nos faltan, de los que ya nos están porque se fueron antes. Rostros que permanecerán en la historia de su aldea, de aquella gesta, de nuestra clase.
Las tribus con memoria de mi ciudad van apareciendo de a poco, despacio van tomando sitios y las banderas tapan las rejas con pertenencias y consignas, como un símbolo perfecto de quienes no quieren enrejados los sueños. De quienes vigilan que se haga justicia. Y se intercalan sindicatos, partidos, organizaciones, organismos y la negra y blanca que recuerda que son 30MIL y que no olvidamos.
La magia comienza como siempre con el matecito compañero y la anécdota que los y las jóvenes escuchan, preguntan, piden detalles. Y la carcajada que estalla porque se luchaba con alegría y el humor -muchas veces negro- nos hizo fuertes.
En el medio del camellón un gazebo blanco resguarda las consolas que replican las voces de abogadas y abogados que recopilan datos, que unen retazos, que se quiebran porque les duele como a cada uno de los que ahí estábamos, la piña que cuentan fue fuerte o el golpe o el grito.
Pero estamos curtidos, respiramos hondo y contamos entonces el porqué de aquel horror. De la pureza de los sueños, de la determinación a hacerlos realidad, de aquellas generaciones que lo dieron todo y que hoy invitan a seguir la lucha, porque hay que terminar la tarea.
Los musiqueros amigos nos animan a cantar, a buscar en la memoria aquella que sabíamos todos y nos emociona que ellos también la sepan y que la ofrezcan como contagiando esperanzas.
Un cuarto intermedio en la Sala que está repleta y salen a la puerta. Cuentan que hoy no finaliza, que no hay tiempo, que no se calcularon los tiempos. Pero nosotros sabemos que no hay tiempo porque fueron muchos testigos, muchos testimonios, muchos detalles, mucha injusticia, mucha lucha, mucho dolor. Mucha Memoria ardiendo y buscando justicia.
Nos volveremos a encontrar el 20 y 21 de mayo. Fecha que nos recuerda el Rosariazo. Fecha que nos traerá la pasión, la rebeldía y las convicciones de otros jóvenes que igual a los de Villa un par de años después, quisieron tomar el cielo por asalto.
Nota en audio debajo